No se si fue verdad

En la soledad de aquella tarde,
tomábamos el sol que entraba por la ventana,
dormitaba desnudo solo.
y vos estabas en tu jardín soleado,
desnudo, tranquilo y discreto te pasebas.
Me quede dormido y me desperte
cuando sentí tu mano por mi entrepierna.
Me quedé quieto, expectante.
mientras ascendias lentamente por mis testículos,
acariciándolos, jugueteando por esa deliciosa línea sensible
que marca su singular frontera.
Seguiste hacia mi pija ya casi erecta.
Siempre despacio, jugando conmigo.
Yo siempre quieto, como dormido.
Buscaste con tus dedos, con tu boca,
y cada posible punto de placer
en el recorrido te lleva a mi glande,
Aprete los ojos para no ver la realidad,
para no verte tumbado,
y que me veas gozando con tus caricias.
Me dediqué a dejarte hacer,
a gozar cada segundo, a disfrutar, a sentir.
Tu mano exploró mis jadeos,
dedicándome más placer cuando estos se aceleraban.
Exploró mis movimientos, insistiendo en los que más me estimulaban.
Tus manos jugaron a llevarme casi al orgasmo, parando entonces,
dejándome recuperarme y arrancando de nuevo.
No se cuanto tiempo estuviste así, pero sospecho que bastante.
Por varias veces estuve a punto de acabar,
hasta que por fin me dejaste ir, y yo por fin,
pude gritar de placer, sentir como mis músculos lanzaban semen por mi vientre
y gozar de un orgasmo delicioso...
pero al abrir los ojos, y mis oidos,
ya no podía verte sentada junto a mi
ya no estabas
y no pude descubrir
si era verdad o fantasia
lo que acabo de escribir.
Ahora sentado te sigo esperando y
descubriendo fantasmas en mi habitación.